AYUDANDO A DESBLOQUEAR: Solución a traumas y conflictos emocionales


Todos podemos vivir determinadas experiencias en la vida que nos producen un bloqueo, conocido como trauma, que puede condicionar nuestras relaciones, nuestra forma de afrontar situaciones o momentos cotidianos del día a día.

Ante una situación emocional dura,  el cerebro se protege y crea un espacio “especial” en su espacio de almacenamiento de recuerdos que puede provocar una respuesta complicada ante nuevas situaciones que se dén. Digamos que es como si metiera en un cajón independiente el recuerdo de esa situación y eso provoca que no está “procesado” como el resto de recuerdos que tenemos a los que damos respuesta de una manera normalizada. Sentir pena por la muerte de una mascota es algo normal si se procesa adecuadamente. Si la muerte ha sido de una manera complicada, puede no procesarse adecuadamente esta información, no se archiva en el lugar de las situaciones que provocan pena y eso ocasiona, por ejemplo que no seamos capaces de subir en ascensor con un perro. Y ahí es cuando los expertos nos “diagnostican” que tenemos un trauma.

Todos podemos haber “procesado” de manera incorrecta algún acontecimiento de nuestra vida y eso puede que no nos ocasione dificultades en nuestra vida cotidiana. El problema aparece cuando dejamos de hacer cosas necesarias o importantes por esa circunstancia desagradable mal ubicada en nuestro cerebro.

A lo largo de estos años de trabajo psicoterapeútico desde la perspectiva de la Terapia Centrada en Soluciones, hemos encontrado multitud de casos en los que existían estos sucesos emocionales con los que los modelos tradicionales de abordaje no daban una respuesta rápida.

Y ahí buscando en el océano de las terapias y los tratamientos, apareció el SHEC como forma de trabajo con el trauma. SHEC son las siglas de Sincronización de los Hemisferios Cerebrales, explicación clara de la solución que permite abordar traumas. Se trata de reprocesar la situación vivida para poder “ubicarla” en el lugar que le corresponde y con ello conseguir realizar conductas habituales de manera normalizada. Colocar las cosas en el cajón emocional que le corresponden. Y eso que suena raro es una solución biológica que permite que los dos hemisferios cerebrales se sincronicen y permitan un adecuado paso de la información.

No significa eliminarlas, pues lo que sucedió está ahí, pero si intentamos acompañar para que la persona pueda  vivir con ello de manera tranquila y serena. Y no es magia, es un proceso fisiológico estudiado por la ciencia que permite que reprocesemos de manera segura.

Tener entre nuestras herramientas de trabajo el SHEC ha significado mejorar notablemente algunas intervenciones, aquellas  en las que existían estos traumas, dando una respuesta eficaz y rápida a cuestiones que desde otros modos de trabajo podrían llevar meses de abordaje.

En Solver creemos que la solución de lo que nos acontece en la vida está en nuestras manos. Lo que aportamos con SHEC es una autopista en la que las personas a las que acompañamos puedan avanzar más rápido y más seguras. Sin olvidar que cada uno elige el destino al que quiere llegar, cuándo para, cuándo inicia el camino y las carreteras secundarias por las que quiere avanzar.  

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