Nos pasamos por aquí para despedir el año 2024 y disponernos a recibir el siguiente, algo que ya viene siendo tradición en nuestra página.
Tras ya una larga trayectoria de trabajo en varios sectores, seguimos apostando por que las herramientas de resolución alternativa de conflictos, del acompañamiento de las personas en momentos especialmente delicados de la vida y de la escucha activa y empática, siempre esté en la base de nuestros proyectos.
Seguimos trabajando pues en la misma línea que los años anteriores, siendo cada vez más conscientes de la necesidad de espacios de ESCUCHA EMPÁTICA. Entendemos que uno de los cambios más profundos que están generando las nuevas tecnologías y la revolución digital tienen que ver con LA COMUNICACIÓN. Tanto las formas como el contenido de lo que nos decimos unas a otras está en un proceso de profunda transformación. Cada vez es más sencillo transmitir contenidos que se multiplican exponencialmente y que llegan, a golpe de un solo click, a multitud de personas que a veces conocemos y a veces no.
Lo que no está ocurriendo en la misma medida es el desarrollo de habilidades y espacios de escucha, por lo que se va generando un “medio ambiente” en el que el entendimiento, el reconocimiento, la aceptación de la diferencia, la confianza… se hacen complicadas. De hecho, observamos la necesidad y el valor que tiene para las personas que se acercan a nuestros servicios, ya sea en las mediaciones, las terapias o incluso en los talleres, la escucha y la calidad de comunicación que generamos.
Hay algo nuevo en el horizonte del año que iniciamos que tiene que ver con nuestro proyecto y no es otra cosa que la Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, que se aprobó definitivamente en el Congreso de los Diputados el pasado 19 de diciembre y esperamos que se publique en el BOE en los próximos días.
A lo largo del año 2025 estaremos muy atentas a su desarrollo y a cómo se van a ir implementando en nuestro sistema los MASC (Métodos Adecuados de Solución de Conflictos). Desde luego este es un momento importante de oportunidad para la mediación y también de peligro, porque dependiendo de cómo lo gestionemos conseguiremos que se implante en nuestra sociedad, con valor propio, como una sistema distinto, útil y eficaz al servicio de la ciudadanía, o se quedará en un mero trámite más dentro de nuestro sistema procesal tradicional.
Por nuestra parte, el 2025 se presenta como un año de consolidación de nuestras líneas de trabajo. Seguiremos apostando por generar y/o participar en todas aquellas actividades, dinámicas y procesos que apuesten por avanzar hacia una sociedad más justa, más libre en la diferencia y más igualitaria en derechos para TODAS las personas.
Seguimos teniendo claro que el modelo más eficiente para ellos es el cooperativo, de ahí nuestra disposición a cooperar con quienes nos encontremos caminando en la misma dirección.
Nuestros oídos, nuestros cerebros y nuestros corazones están dispuestos a escucharte también en el 2025.
¡NOS VEMOS!