ESCUELA DE PADRES


Recogiendo el testigo del blog anterior en el que se hacía referencia a la tarea educativa de los padres y aprovechando la reciente experiencia en el Centro Cultural Vallisoletano, en el que hemos impartido varias charlas a padres y madres sobre cuestiones educativas abrimos un análisis somero al respecto.

La tarea de ser padres no nace sino que se hace. Y se hace, en la mayoría de las ocasiones, cuando ya están los hijos a nuestro lado. Por eso se abre un mar de dudas sobre qué, cómo, cuándo, dónde hacer para que seamos capaces de acompañar el crecimiento y  la educación de los hijos.

Una primera cuestión es tomar conciencia de que la parte adulta en la relación padres-hijos es la de los padres. El cansancio de nuestro ritmo de vida diario, el chantaje emocional, la falta de control de las situaciones que aparecen son aspectos a los que debemos dar respuesta como adultos, osea, buscando las cosas que podemos cambiar nosotros y no sólo exigiendo cambios en nuestros hijos. ¿Estamos muy cansados de trabajar muchas horas? Quizás tendríamos que preguntarnos ¿Para qué trabajamos tantas horas? ¿Para que nuestros hijos tengan más cosas? ¿La situación económica que vivimos nos genera frustración e inseguridad? Es importante que intentemos controlar nosotros y no hacer que nuestros hijos lo entiendan, se pongan en nuestro lugar y nos consuelen.

Otro elemento que aparece en la actualidad es el poder que atribuimos a los hijos. Está demostrado que para poder crecer y evolucionar es importante tolerar la frustración, saber ponernos límites, aprender a decir NO. Y para poder hacer esto es importante haberlo vivido desde nuestra más tierna infancia. No siempre que vayamos al supermercado “tienen” que salir con una chuche, o no es imprescindible acudir a todos los cumpleaños que les invitan por encima de nuestra vida familiar. Sin entrar a analizar el nuevo “extrajob”  paterno/materno consistente en la función taxista a tiempo completo, a cualquier hora y sin remuneración. Es importante satisfacer sus necesidades y por eso no está de más plantearnos como padres qué cosas son necesarias y cuáles no.

Ser padres no es fácil. Aunque tampoco es tan difícil. Nos preguntaban en el Centro Cultural Vallisoletano ¿cómo conseguir el equilibrio? Creemos que solo plantearnos si es equilibrado lo que hacemos es un primer gran paso para conseguirlo. Poner en relación la responsabilidad de nuestros hijos en tareas domésticas, en sus estudios, etc. con la libertad que les vamos dando en aspectos como uso de móvil, tiempo con sus amigos, puede ayudarnos a encontrar esta proporción. Otro punto de medida es mostrar cariño y afecto tanto como  controlar las cosas que hacen, dicen, ven…. Poner consecuencias a un mal comportamiento no está reñido con mostrar afecto e incluso intentar buscar espacios en los que nos divirtamos y riamos con nuestros hijos. “Si no es divertido no es sostenible…” Como adultos tenemos que “merendarnos” su mala cara ante una negativa o una consecuencia no querida. Y como adultos también podemos buscar las cosas buenas que podemos hacer juntos, sin estar recordando lo que hacen mal hasta provocar el mayor de los aburrimientos.

Vivimos en un momento sociocultural en el que se premia e incentiva el emprendimiento, asumir retos y salir de nuestra zona de confort. ¿Por qué no hacerlo con los hijos? Emprender nuevas formas de relación, asumir los retos que los cambios de nuestros hijos van incorporando y tomar conciencia de lo que nos cuesta y porqué nos cuesta para buscar soluciones creativas. Animamos desde este espacio de Solver: servicio integral de resolución de conflictos a plantear estas soluciones que están en nuestra mano!!!!

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