En post anteriores hemos expresado nuestra preocupación por la delegación de competencias parentales que nos encontramos en nuestro trabajo profesional. Responsabilizar a la escuela, a la sociedad, la televisión o pretender que seamos los profesionales quienes “enderecemos” a los hijos es una situación no generalizada aunque preocupante cuando se produce.
Por ello nos resulta grato recibir invitaciones a presentar nuestro trabajo a los padres en los centros educativos, como hicimos hace unas semanas en el Colegio Niño Jesús de Valladolid. Más de 20 padres mostraron su preocupación e interés por mejorar la relación y comunicación con sus hijos.
Hablar de comunicación y de expresión de sentimientos desde la perspectiva de mejorar la relación con los hijos es algo que los padres reciben como una oportunidad y tras los talleres muestran un gran interés por ponerlo en práctica.
En ocasiones las expectativas de los adultos no tienen en cuenta una cuestión muy simple: el desarrollo evolutivo tiene un ritmo y hay cosas que es normal que sucedan por la edad que tienen sus hijos. Cuando exponemos este dato, percibimos un alivio en la presión que los padres soportan en el modelo social competitivo en el que vivimos respecto a cómo relacionarse con los chavales y cómo hacer de ellos “buenas personas”.
Otra cuestión que conviene no olvidar es que el mejor ejemplo es nuestro propio comportamiento: si los padres gritan, ellos gritarán; si enseguida pierden la paciencia, ellos tendrán poca paciencia; si se utiliza con ellos el chantaje emocional (“¿Cómo me puedes hacer esto?” ) se convertirán en “chantajistas” profesionales.
La buena noticia es que en cuanto cogemos un poquito las riendas de su conducta y nos comportamos como adultos (gestionamos nuestras emociones, ponemos consecuencias a los comportamientos, establecemos espacios de comunicación de calidad) nuestros hijos, que son como esponjas, comienzan a mostrar mejorías.
Desde Solver, nos ha preocupado siempre trabajar estas cuestiones y por eso hemos creado espacios de “Escuela de padres” que permiten entrenar estas herramientas y compartir maneras de relación que hagan de la labor de padres algo ilusionante y grato.
Estoy más que convencida que la comunicación es la herramienta más importante para mantener las relaciones llamase familiar, de amistad etc. Comunicarse de forma acertiva, escuchar y ser escuchado. Es lo que necesitamos los seres humanos.
Sí, estamos de acuerdo en que establecer una buena comunicación mejora cualquier tipo de relación, pero para comunicarnos bien necesitamos manejar muchas habilidades: la empatía, la asertividad, la autoestima, la gestión emocional, el sentido del humor…. así para ir empezando.