En estos últimos días ha caído en mis manos un libro que he leído con sumo placer porque describe algunas propuestas y proyectos educativos realmente interesantes y, sobre todo, el planteamiento de la tarea educativa desde una actitud muy especial. Se trata de “La nueva educación: Los retos y desafìos de un maestro de hoy” de César Bona.
En las primeras líneas el autor se hace una pregunta ¿Por qué elegí ser maestro? a la que responde: “Porque los maestros podemos abrir puertas y ventanas para que los niños se conviertan en personas plenas, porque está en nuestras manos el empujarlos hacia delante para que ellos mismos construyan su presente y su futuro. Podemos hacer que participen en la sociedad para que nos ayuden a cambiar las cosas. Y para eso también hemos de ofrecerles herramientas”.
Precisamente, en esta línea de trabajo hemos tenido ocasión de participar como formadores en el Proyecto del Colegio Ntra. Sra. de la Consolación, diseñado desde su Departamento de Orientación-Equipo de Convivencia, en estrecha colaboración con el AMPA, con el objetivo de implicar a padres, profesores y alumnos en la mejora de la convivencia en el Centro.
Sin duda se trata de una ambiciosa idea que el centro pretende desarrollar en uno/dos cursos, para ir capacitando a un equipo de MEDIADORES de los conflictos que surjan en todo el colegio.
El taller de mediación escolar que hemos desarrollado con este pequeño grupo de profesores y alumnos, voluntarios comprometidos en este proyecto, nos ha permitido descubrir y recorrer con ellos algunos de los principios, actitudes, herramientas y claves que les pueden llevar a ser mediadores. Un trabajo delicioso y enriquecedor con el que se ha plantado una pequeña semilla que aún debe de cuidarse y nutrirse día a día. Fundamental no olvidar que es necesario implicar toda la comunidad educativa (alumnos, profesores, padres y personal de administración), con información y formación, para conseguir que esta alternativa se convierta en una herramiento real para la resolución de los conflictos. El primer paso está dado; así que mucho ánimo y adelante.
Y para terminar, recupero otra de las ideas del profesor César Bona: “Encontramos piedras en el camino, pero compartir el mundo de los niños nos ayuda a entender que nada es imposible”.
