Las emociones y sentimientos son la prueba de que estamos vivos; son reacciones naturales ante lo que nos sucede y nos permiten relacionarnos con los demás. No todas las situaciones que vivimos a diario hacen que reaccionemos del mismo modo y con la misma intensidad. La expresión de emociones y sentimientos es muy importante para nuestro desarrollo afectivo y social, nos sirve, desde que somos muy pequeños, para aprender y adaptarnos al contexto. Por lo tanto, es un ingrediente básico de nuestras capacidades personales y sociales.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de Inteligencia Emocional?
Salovey y Mayer la definieron como:
“La capacidad para identificar y traducir correctamente los signos y eventos emocionales personales y de los otros, elaborándolos y produciendo procesos de dirección emocional, pensamiento y comportamiento de manera efectiva y adecuada a las metas personales y el ambiente”.
La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.
Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida.
Salovey acuña sus conceptos sobre lo que sería para él la inteligencia emocional en cinco esferas:
- Conocer las propias emociones: La conciencia de uno mismo favorece la capacidad de controlar sentimientos de un momento a otro; es fundamental para la penetración psicológica y la comprensión intrapersonal. Es la esfera del auto-conocimiento.
- Manejar las emociones: Es la capacidad de manejar sentimientos para que sean adecuados, es una capacidad que se basa en la conciencia de uno mismo. Es la esfera del auto-control.
- La propia motivación: Capacidad de ordenar las emociones al servicio de un objetivo esencial. Llamado también auto-motivación que es buscar los motivos por los que hago las cosas.
- Reconocer las emociones de los demás: La empatía es autoconciencia de las emociones de los otros. Punto en el que se busca la parte social del manejo de las emociones; saber que siente el otro, me da la pauta para empezar a pensar en los demás.
- Manejar las relaciones: La capacidad de manejar las emociones de los demás. Es la adecuación a nuestro ser social, parte esencial de las relaciones con los demás.
Mejorar nuestra Inteligencia Emocional creando hábitos positivos sobre nuestro universo de emociones nos hará mejores personas. Aprenderemos a reconocer emociones y sentimientos, conseguiremos ser más equilibrados en nuestras reacción, aumentará nuestro autoconocimiento, mejorará nuestra automotivación…, todo ello favorecerá nuestro bienestar y las relaciones con los demás, tanto en la esfera personal como en la profesional.
¿No crees que merece la pena?